Eudoro Avellaneda 2 Union Aconquija 2

Eudoro Huevos raleños ...

Para probar un delito se necesitan pruebas, pero para reconocer un delincuente sólo hay que mirarlo actuar. Unión Aconquija se presentaba en Los Ralos con las copas en las manos para brindar por la obtención del Campeonato. Venia de golear a Villa Carmela en un partido plagado de sospechas que lejos está de los merecimientos de un equipo que quiere ser Campeón.Eudoro Avellaneda ya no jugaba por nada, su posición en la tabla no es la mejor, pero su posición en el corazón de su gente es de Puntero absoluto. Lleno total en el estadio del Ex ingenio, la historica tribuna hierve ante la salida de sus guerreros.A dejar el alma.El partido desde el inicio mostró un sólo protagonista, y no era ningun jugador. El arbitro del encuentro llenó de murmullos las telas metálicas que rodean el campo y termino de confirmar que su balanza estaba mal calibrada cuando a los dos minutos... cobro un penal para Aconquija. Era obvio que su crimen ya estaba premeditado. (HDP)No sólo el gol se convertía en la barrera a romper. Los fallos de esta ave rapaz con sus tarjetas asesinas convertirían el partido en una verguenza. Otro gol visitante, y dos jugadores menos para Eudoro.Pero si algo sabemos hacer los raleños, es luchar. Desde que este pueblo nació sigue luchando para salir adelante, y esta vez no sería la esepción.

EUDORO, HUEVO, HUEVO, HUEVO

Los changos raleños, sabían que era la penúltima fecha, el último partido frente a los miles de seguidores que lo muestran como el equipo que más gente lleva en la Liga Tucumana, y nadie les iba a robar su fiesta popular.Con 9 hombres el equipo duplicó sus fuerzas, el supuesto campeón se paró a defender. Pero, cómo defenderse de un lobo herido, sobre todo cuando está enojado.Lucho Alderetes sería el verdugo y el heroe de otra tarde más. Vestido con su casaca celeste sería el ángel justiciero para inflar la red de la visita dos veces y decretar un heroico y merecido empate. Gracias Lucho, otra vez.Aconquija se quedo con las ganas de dar la vuelta en nuestra cancha, en nuestra Caldera. Seguramente la tierra que cubre gran parte del pasto, habrá bebido el sudor de estos chicos que como pocas veces se ha visto en el futbol... sienten y transpiran la camiseta.